domingo, 26 de septiembre de 2010

No Culpes a Dios.



Cuando las cosas salgan mal, no culpes a Dios. Dios ha provisto su palabra, la Biblia -el manual de vida por excelencia- para que, obedeciendola tengamos menos probabilidades de cometer errores.

El Salmo 119: 101 dice: "Aparto mis pies de toda mala senda para cumplir con tu palabra"

Ahora, leamos esto de la siguiente manera "Por cumplir tus palabras, mis pies se apartan de toda mala senda"

Ahora leyendo lo mismo pero en forma negativa, quedaría así: "Por no cumplir tu palabra, mis pies han permanecido, persistido, continuado en la senda mala"

No hace falta decir las consecuencias de permanecer en malas sendas, mantenernos en las malas costumbres.

Cuando las cosas nos salgan mal, No culpes a Dios. Reflexiona y considera cual ha sido tu proceder. Entonces pon tus pies en la senda correcta, mira hacia adelante y cosas buenas te sucederán.

Bendiciones.

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